top of page

Cómo poner límites sin sentirte culpable

Foto del escritor: Rafael Cuesta AntónRafael Cuesta Antón

Poner límites es una habilidad esencial para cuidar de nuestra salud emocional y nuestras relaciones, pero muchas personas se sienten culpables cuando intentan hacerlo. Si te pasa, es probable que hayas aprendido a priorizar las necesidades de los demás sobre las tuyas, o que temas generar conflictos. La buena noticia es que puedes aprender a poner límites sin sentirte mal por ello.




1. Entiende que poner límites no es ser egoísta


Muchas veces sentimos que al poner límites estamos fallando a los demás o siendo egoístas. Pero en realidad, establecer límites saludables te permite cuidar de ti mismo/a y, a la larga, también mejora tus relaciones. Si siempre dices "sí" a todo, es probable que termines agotado/a y resentido/a, lo que puede generar conflictos más adelante.


2. Identifica tus necesidades y valores


Antes de establecer un límite, pregúntate:

  • ¿Qué es importante para mí en esta situación?

  • ¿Cómo me siento cuando ignoro mis propias necesidades?

  • ¿Cuál es el resultado que me gustaría conseguir?

Tener claro esto te ayudará a expresar tus límites con seguridad y sin dudar de si estás haciendo lo correcto.


3. Expresa tus límites de forma clara y asertiva


No necesitas justificarte en exceso ni dar mil explicaciones. Un "No puedo ayudarte con esto ahora" o "Prefiero no hablar de ese tema" es suficiente.

Algunas fórmulas útiles pueden ser:

  • "Ahora mismo no puedo, pero en otro momento sí podré hacerlo."

  • "Entiendo que te moleste, pero esta es mi decisión."

  • "Necesito espacio para descansar, no puedo quedar hoy."


4. No temas la reacción de los demás


Es normal que algunas personas reaccionen mal cuando empiezas a establecer límites, especialmente si no estaban acostumbradas a ellos. Pero esto no significa que estés haciendo algo mal. Su incomodidad es parte del proceso de adaptación.

Si alguien se molesta porque defiendes tu bienestar, quizá es porque se estaba beneficiando de que no tuvieras límites antes.


5. Gestiona la culpa


Si sientes culpa, pregúntate:

  • ¿Realmente está mal cuidar de mí mismo/a?

  • ¿Si un amigo estuviera en mi situación, le diría que está haciendo algo malo?

Recordarte que tienes derecho a cuidar de tu espacio y energía te ayudará a reducir la culpa con el tiempo.



6. Practica y ten paciencia contigo mismo/a


Poner límites es un proceso que lleva tiempo. Al principio puede ser incómodo, pero con la práctica se vuelve más natural. Cada vez que lo hagas, refuérzate a ti mismo/a con un pensamiento positivo: "Estoy cuidando de mí y eso está bien".


Conclusión


Poner límites no significa ser frío o distante, sino establecer relaciones más sanas y equilibradas. La clave está en comunicarte de manera asertiva, aceptar que no puedes complacer a todo el mundo y recordar que cuidar de ti mismo/a es una prioridad.

Si te cuesta poner límites y quieres trabajarlo más a fondo, buscar ayuda profesional puede ser una buena opción para reforzar tu autoestima y tu seguridad en las relaciones.


 
 
 

Comments


Logo Psicología Cercana Madrid 2

Legales

Contacto

Calle Peñuelas, Nº48 (Madrid)

+34 637 023 748

  • Instagram
  • LinkedIn
bottom of page