Si estás leyendo esto, felicidades. No porque te haya tocado la lotería, sino porque estás planteándote empezar terapia. Y créeme, dar este paso es muchas veces lo más difícil.

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Me presento: soy Rafa, psicólogo con formación cognitivo-conductual, especializado en intervención psicosocial, trauma y duelo. En mis sesiones me apoyo en la teoría del apego y utilizo técnicas como EMDR. ¿Y todo esto me sirve para leer mentes? Ojalá. Pero lo que sí me permite es ayudarte a entender qué está pasando y qué necesitas.

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Porque, seamos sinceros, la vida no viene con libro de instrucciones. Nadie nos ha enseñado cómo gestionar ciertas situaciones, qué hacer cuando todo se tambalea o cómo manejar esos pensamientos que no nos dejan en paz. Y, en esos momentos, pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino todo lo contrario.

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La terapia no es magia, ni una solución rápida, pero puede ser un punto de apoyo cuando todo parece cuesta arriba. A veces, solo necesitas alguien que te ayude a ver las cosas desde otro ángulo, a conectar las piezas que ahora parecen no encajar.

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No todo el mundo necesita ir al psicólogo... pero, oye, ¿y si viene bien?